Un sábado perezoso por la tarde estaba hojeando las páginas de una revista cuando me topé con un artículo sobre Etsy. Después de unos pocos clics y un rápido escaneo de la portada, decidí que abrir una tienda era una idea brillante. En ese momento tenía 17 años; joven e ingenuo. Durante años, mi madre y yo habíamos estado cultivando una colección de habilidades artísticas y artesanales aleatorias. Habíamos hecho de todo, desde velas hasta almohadas y piñatas. Es cierto que algunos proyectos resultaron mejores que otros (nuestras piñatas siempre fueron completamente indestructibles). Pero, al menos fuimos persistentes (mamá hizo el juego completo de almohadas de tiro a pesar de que no tenía idea de cómo enhebrar la máquina de coser). Así que, naturalmente, fuimos cortados para dirigir nuestro propio negocio. Después de decidirme por las joyas como nuestro producto, le expliqué mi enloquecido plan maestro a mamá y, después de unos días de mendicidad, ella aceptó.

Rápidamente nos dimos cuenta de lo ingenuo que había sido. Si bien teníamos una gran comprensión de la fabricación de joyas, ahí es donde terminó nuestro conjunto de habilidades. No sabíamos nada sobre fuentes de suministro o marketing u optimización de motores de búsqueda. O fotografía, realmente no sabíamos nada de fotografía. Pero, después de un poco de tiempo y mucha práctica, aprendimos. De hecho, probablemente aprendimos más sobre joyería, negocios y entre nosotros de lo que nunca pensamos. Y durante este período de tiempo, lentamente comenzamos a encontrar un estilo para la tienda. Descubrimos qué materiales nos gustaban, en qué dirección queríamos ir y, bueno, el resto es historia.

A lo largo de los años, hemos acumulado una amplia gama de piedras preciosas, varias técnicas nuevas (como PMC y herrería de metal) y una colección desbordante de medallones vintage y plata antigua. Sin mencionar que nos hemos divertido mucho. Hoy en día, nuestra tienda es una mezcla única de hallazgos vintage y técnicas modernas que se unen para producir los productos pulidos que estamos encantados de compartir con usted. ~Lexi

One lazy Saturday afternoon I was flipping through the pages of a magazine when I stumbled across an article on Etsy. After a few clicks and a quick scan of the front page I decided that opening up a shop was a brilliant idea. At the time I was 17; young and naive. For years my mom and I had been cultivating a collection random arts and craft skills. We had made everything from candles to throw pillows to pinatas. Granted some projects turned out better than others (our pinatas were always completely indestructible). But, at least we were persistent (mom made the complete set of throw pillows despite the fact that she had no idea how to thread the sewing machine). So naturally we were cut out for running our own business. After settling on jewelry as our product, I explained my crazed master plan to mom and, after a few days of begging, she agreed.

Quickly we realized just how naive I had been. While we had a great grasp on jewelry making, that's about where our skill set ended. We didn't know anything about supply sources or marketing or search engine optimization. Or photography, we really didn't know anything about photography. But, after a little bit of time and a lot of practice, we learned. In fact we probably learned more about jewelry, business, and each other than we ever though we would. And over this period of time we slowly began to find a style for the shop. We found out what materials we liked, what direction we wanted to go in, and, well, the rest is history.

Over the years we've amassed a wide array of gemstones, several new techniques (like PMC and metal smithing), and an overflowing collection of vintage lockets and antique silver. Not to mention, we've had a ton of fun. Today our shop is a unique blend of vintage finds and modern techniques which come together to produce the polished products we are thrilled to share with you. ~Lexi