He estado enamorado de las velas perfumadas y la fragancia en general desde mi adolescencia. Cuando me mudé a mi primera casa, las velas eran un alimento básico que era tan importante para mí como la sal y la pimienta. Cuando encendía una vela al final del día, significaba el comienzo de mi tiempo de inactividad. Disfruté del suave parpadeo de la llama y esperaba ansiosamente que mi casa estuviera envuelta en fragancia.

Hace poco más de diecisiete años, decidí que quería aprender a hacer velas. La vida sucedió y siempre estuve demasiado ocupado y nunca encontré el tiempo para dedicarle a ella. Bueno, finalmente hice el tiempo. Pensé que no podría ser tan difícil, ¿verdad? Me tomó un año sólido, horas de experimentación y algunas impresiones de Meryl Streep antes de tener un producto en el que estaba orgulloso de poner mi nombre.

Tres años después, sigo siendo como un niño en una tienda de dulces. No hay nada que me emocione más que abrir una caja de una nueva fragancia para probar. ¡NADA!

I've been enamored with scented candles and fragrance in general since my teenage years. When I moved into my first home, candles were a staple that were equally as important to me as salt & pepper. When I would light a candle at the end of the day, it signified the beginning of my down time. I enjoyed the soft flicker of the flame and eagerly anticipated my home being enveloped with fragrance.

A little over seventeen years ago, I decided I wanted to learn how to make candles. Life happened and I was always too busy and never found the time to dedicate to it. Well, I finally made the time. I thought it couldn't possibly be that hard, could it? It took a solid year, hours of experimenting, and a few Meryl Streep impressions before I had a product that I was proud to put my name on.

Three years later, I am still like a kid in a candy store. There is nothing that excites me more than opening a box a new fragrances to test. NOTHING!